Monos carayá regresan a la selva
Después de un año y medio de recuperación, los monos aulladores (Alouatta caraya) entregados por la Dirección Nacional de Fauna Silvestre, ingresaron a un recinto de pre-liberación. Como se recordará, en febrero de 2013, desde el Zoológico de Buenos Aires la mencionada Dirección trasladó un grupo de monos aulladores negros, provenientes del mascotismo al Centro Güirá Oga (Fundación Azara - Ministerio de Ecología de Misiones). Todos estos monos, más otro ejemplar hembra, llegado después desde Corrientes, se encuentran hoy en la isla, nuestro nuevo sector de rehabilitación inaugurado en mayo, pero por razones climáticas debimos posponer el traspaso de los mismos, desde el área de recuperación, hasta el sitio donde hoy se encuentran.
Los monos se hallan en este ambiente selvático, tal como estarán en un futuro próximo. Aquí comenzarán a aprender a circular por los grandes árboles y desplazarse entre ellos como si estuvieran en la misma naturaleza, sin embargo, están en semi-cautiverio y son monitoreados, para evaluar su comportamiento. En el lugar, disponen de un refugio climatizado, debido a que hasta hora se los ha mantenido en esa condición, en el recinto de recuperación, sin embargo en poco tiempo más, se les irán retirando estas medidas protectoras, mientras ellos vayan capacitándose, en su desplazamiento entre los árboles. En 10 días que ellos están libres en la isla y gracias a que disponen de muchos árboles, enredaderas y arbustos silvestres, han cambiado su aspecto exterior y ha mejorado su metabolismo. Un pelo brillante y suave han adquirido en tan poco tiempo, al opaco y apelmazado pelo del cautiverio anterior. Sin duda en los carayás, este cambio favorece su supervivencia, que en cautiverio y por manejos erróneos es muy corta. Se estima que en este verano, el grupo de carayás con el que estamos trabajando, se encontrará definitivamente en la vida libre.
Los monos se hallan en este ambiente selvático, tal como estarán en un futuro próximo. Aquí comenzarán a aprender a circular por los grandes árboles y desplazarse entre ellos como si estuvieran en la misma naturaleza, sin embargo, están en semi-cautiverio y son monitoreados, para evaluar su comportamiento. En el lugar, disponen de un refugio climatizado, debido a que hasta hora se los ha mantenido en esa condición, en el recinto de recuperación, sin embargo en poco tiempo más, se les irán retirando estas medidas protectoras, mientras ellos vayan capacitándose, en su desplazamiento entre los árboles. En 10 días que ellos están libres en la isla y gracias a que disponen de muchos árboles, enredaderas y arbustos silvestres, han cambiado su aspecto exterior y ha mejorado su metabolismo. Un pelo brillante y suave han adquirido en tan poco tiempo, al opaco y apelmazado pelo del cautiverio anterior. Sin duda en los carayás, este cambio favorece su supervivencia, que en cautiverio y por manejos erróneos es muy corta. Se estima que en este verano, el grupo de carayás con el que estamos trabajando, se encontrará definitivamente en la vida libre.
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