LOS ÁRBOLES SAGRADOS.
ANA MARIA MANCEDA
Los “Seres Humanos” somos parte de la naturaleza, dentro de la
jerarquía alimentaria necesitamos comer y respirar como todo ser vivo y para
eso dependemos de los seres verdes; “ Los Vegetales”. Ellos son una maravillosa
fábrica que capta la energía solar. A
través de sus hojas absorben el dióxido de carbono y la luz, por sus raíces el
agua del suelo, en una alquimia biofísico-química transforman estos elementos
en alimento y oxígeno. Hace miles de millones de años que nacieron en la Tierra , nosotros los “ Homo
Sapiens” hace solo 100.000 años( si bien los Homínidos que nos antecedieron tuvieron su origen unos
pocos millones de años antes). En la cadena alimenticia somos consumidores, si
ellos desaparecen, nos extinguimos. Las algas verdes marinas son las mayores
productoras de oxígeno y en la tierra los bosques son los pulmones del mundo.
Podemos decir que un árbol es un
mundo en sí mismo; nos da sombra, frutos, oxígeno, madera para nuestros
muebles, papel, refugio a algunas especies animales, belleza, leyendas
historias. Es imposible enumerar todas las funciones biológicas de un árbol,
pero hay una especial que nos hace
comprender otra importancia de los árboles añosos “ abuelos” de
doscientos años o más. El tronco de un árbol es un testigo viviente de los
cambios climáticos que sucedieron en sus años de vida, en el interior del
tronco se encuentra el leño propiamente dicho, en él se individualizan tantos anillos concéntricos
como años de vida del tronco. Anualmente el árbol, a medida que completa su
desarrollo, encierra en una especie de abrazo su pasado, formando en su entorno
un nuevo anillo de materia viva, por lo tanto su tronco es el producto de una
labor tan antigua como el propio árbol. De esta manera los especialistas pueden
" leer y reconstruir” mediante el número de anillos, espesor, morfología y
tonalidad, la aventura de la vida del árbol, a partir del clima y las
adversidades meteorológicas a las que ha estado expuesto, de las condiciones de
la asociación en las que ha vivido y del aprovechamiento del que ha sido objeto
por parte del hombre y de los animales. ”Los anillos de crecimiento son por lo tanto un registro inmediato e
imperecedero de todos los acontecimientos que se han producido en las
proximidades del árbol”.” Fue Leonardo Da Vinci, quien con su mente enciclopédica,
intuyó que no sólo podía discernirse la
edad de un árbol a través de sus anillos sino también, mediante su diversa amplitud, era posible conocer las condiciones climáticas de una época
determinada. La influencia del clima sobre los anillos es completamente
singular al igual que las huellas digitales.
Quedaría para otro comentario la
importancia sagrada de los árboles en los pueblos antiguos. Cuando talen un
árbol ( Asesinen), sobre todo si es un “ Abuelo” no seamos indiferentes a tal
acción, por ahora “ HAGAMOS SILENCIO, EN ALGUN LUGAR DE LA TIERRA ESTA NACIENDO
UN ARBOL”
ANA MARIA MANCEDA. San Martín de Los Andes.
Patagonia Argentina
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